De acuerdo a lo documentado en base a la evidencia de parte de la comunidad científica, se conoce que el 40% de los casos de COVID-19 desarrollan enfermedades leves, 40% presentan enfermedades moderadas (neumonía), 15% desarrolla manifestaciones clínicas graves (neumonía grave) que requieren soporte de oxígeno y 5% desarrollan un cuadro clínico crítico presentando una o más de las siguientes complicaciones: insuficiencia respiratoria, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), sepsis y shock séptico, alteraciones de la coagulación y tromboembolismo y/o falla multiorgánica, incluyendo insuficiencia cardíaca y shock cardiogénico, miocarditis, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal aguda e insuficiencia hepática, entre otras.
Según la OPS / OMS, los estudios demuestran que, en países donde la Covid-19 golpeó antes, quienes han alcanzado un nivel grave pueden presentar secuelas respiratorias, neurocognitivas y, habitualmente, psicológicas producto de una internación prolongada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
“Frente a este nuevo escenario de creciente necesidad de atención y con la experiencia y especialización de Alcla, Clínica de Rehabilitación Integral, se preparó un programa interdisciplinario de rehabilitación para atender, también, las secuelas de pacientes post Covid-19”, menciona el Dr. Gustavo Barbalace, Director Médico de Alcla.
De este modo, es previsible que quienes estuvieron más tiempo en UTI tengan secuelas tanto en el plano físico –miopatía, polineuropatía, úlceras por presión (upp), retracciones musculoesqueléticas– como en el plano cognitivo conductual– encefalopatía del enfermo crítico o síndrome de estrés post UTI.
Principalmente, en las secuelas respiratorias, se presentan alteraciones con déficit de la musculatura pulmonar, deteriorando su función orgánica y con posibilidad de desarrollar fibrosis pulmonar.
Con las características de esta enfermedad, el tiempo adquiere un nuevo valor. “En aquellos pacientes que ya la superaron, el objetivo de la rehabilitación intensiva, a través de un tratamiento adecuado y personalizado, es mejorar su estado clínico y recuperar la autonomía en el menor tiempo posible. El tratamiento trabaja en la recuperación de la movilidad perdida y el restablecimiento de la capacidad respiratoria, de la función cognitiva y las habilidades de comunicación del paciente”, explica la Dra. Dalia Raijman, Jefa de Medicina Física y Rehabilitación de Clínica Alcla.
“Una vez que se transita por la instancia aguda, cuyo principal objetivo fue salvar la vida del paciente, se comienza a tomar dimensión de la rehabilitación en función de las secuelas manifestadas. En la medida del estado del paciente, se busca en un primer momento las condiciones de parámetros clínicos óptimos para iniciar el tratamiento”, indica el Dr. Barbalace.
El Servicio de Medicina Física y Rehabilitación elabora un Plan personalizado para el tratamiento de las secuelas, determinando los parámetros del plan terapéutico a seguir para cada paciente.
“En este trabajo interdisciplinario, cada una de las áreas especializadas (fisiatría, kinesiología motora y respiratoria, terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología y psiquiatría, nutrición, neumonología, neurología, rehabilitación neurocognitiva y enfermería especializada en rehabilitación) siguen los objetivos determinados con el fin de lograr una óptima recuperación que permita la mayor independencia funcional de la persona”, resume la Dra. Raijman.
Es importante, en aquellos pacientes ingresados con asistencia respiratoria mecánica (ARM invasiva o no invasiva), iniciar un plan de tratamiento articulado entre kinesiología respiratoria, neumonología y fonoaudiología, con el objetivo de retirar gradualmente la asistencia respiratoria externa.
El abordaje psicológico y la atención psiquiátrica se planifican según la necesidad del paciente y su entorno familiar, en conjunto con el soporte brindado por el área de enfermería especializada y capacitada en la atención y contención emocional.
Para asegurar el cuidado de la salud tanto de los pacientes como del personal, la Dirección Médica implementó un Plan Asistencial de Atención Segura desarrollado por el Dr. Jorge San Juan, Subdirector Médico y Jefe del Servicio de Infectología y Control de Infecciones de Alcla, en conjunto con la Lic. Natalia Aguirre, enfermera especializada en control de infecciones (ECI).